La significación política de las elecciones varia con el régimen político en que tienen lugar. Durante el Antiguo Régumen apenas puede decirse que las ocasionales elecciones, en un burgo o en un condado tuvieran una función de legitimación. Ya en el Nuevo Régimen, los derechos políticos alcanzaron a sólo una minoría. En Espàña a lo largo del siglo XIX, no se celebraron elecciones para optar por equipos de gobierno, sino que los Gobiernos disolvían las Cortes y convocaban elecciones, que ganaban sistemáticamente, para legitimar su acceso al poder y gobernar con un Parlamento dócil.
Posteriormente se fue ampliando el electorado hasta llegar al sufragio universal, primero masculino y sólo más recientemente femenino. En la actualidad, no son en absoluto equiparables las elecciones de los regímenes democráticos, con voto e igual y candidaturas alternativas.
La elección, por sí misma no resuelve nada, sino que es un ,método de opción política, que atiende a una situación económica y a las relaciones exteriores.
Las elecciones requieren que sean :
- Libres: no hay elecciones libres en sociedades que no lo son, y no lo es si las libertades públicas no están garantizadas.
- Disputadas: posibilidad de alternativa.
- Periódicas: sin perjuicio de que, por necesidad del juego institucional, puedan ser adelantadas al ser disuelto el Parlamento.