Se funda en dos principios íntimamente ligados, pero con frecuencia antagónicos:
- La igualdad de sufragio, las circunscripciones electorales deben tener, en lo posible, un número igual de electores por diputado.
- La delimitación de circunscripciones debería apoyarse en otras ya existentes, administrativas o políticas.
La revisión de los límites de las circunscripciones en función de los movimientos de población (fórmula demográfica).